La quema de miles de llantas en las barricadas ardientes que cada noche coloca la APPO en las calles de la ciudad, para protegerse de los ataques de grupos armados, libera contaminantes cancerígenos, mutagénicos y tóxicos, que causan graves daños a quienes respiran el humo negro que expiden, de acuerdo con distintas dependencias nacionales e internacional relacionadas con el cuidado del medio ambiente.
Según el Convenio de Estocolmo, los compuestos generados durante la quema de llantas son toxinas, fúmanos y metales pesados que al ser inhalados, afectan el sistema inmunológico, reproductivo, neurológico y respiratorio.
Fuente: NOTICIAS, 3A, César Morales Niño, Domingo 27 de agosto, 2006