Las fuerzas federales acantonadas en Oaxaca se declararon en estado de alerta permanente, y desde esta noche comenzaron patrullajes en toda la urbe, en coordinación con las policías municipal y estatal. Una de las órdenes a cumplir será la detención de todos los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) que pretendan instalar o hayan levantado barricadas en la capital oaxaqueña.
Fuentes gubernamentales de alto nivel revelaron que tras los enfrentamientos y los actos delincuenciales de ayer, que incluyeron la quema de edificios públicos y privados, así como de vehículos, desde la ciudad de México se ordenó que la Policía Federal Preventiva (PFP) pasara de las acciones de contención a maniobras ofensivas. Lo anterior, indicaron mandos del gobierno federal, significa que la PFP, en coordinación con miembros de las policías estatal y municipal de Oaxaca, ejecute las órdenes de aprehensión de que se tenga conocimiento.
Cabe recordar que extraoficialmente se sabe que desde antes del 28 de octubre, cuando arribaron a la capital oaxaqueña los elementos federales reforzados con miembros de la Policía Militar, ya se tenía conocimiento de al menos 200 mandamientos judiciales de captura en contra de integrantes de la APPO y militantes priístas que forman parte de grupos considerados violentos. De acuerdo con los reportes enviados a la capital mexicana, los presuntos integrantes de la APPO se replegaron luego de más de cinco horas de enfrentamiento con la PFP a las instalaciones de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), adonde los uniformados tienen la orden de no ingresar.
Los informes dan cuenta de al menos cinco inmuebles incendiados, entre los que se incluye el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, la sede de los juzgados federales en la capital y un edificio particular, así como la quema de varias unidades de transporte público y vehículos particulares. Además del despliegue de los grupos de operaciones especiales de la PFP que se encuentran en la ciudad de Oaxaca, las órdenes dadas desde la capital mexicana incluyeron el uso de toda la fuerza con que la corporación cuenta en esa entidad, que asciende a 3 mil 500 elementos, y mantener bajo control a los elementos de la Policía Ministerial, a fin de evitar acciones que puedan vulnerar las garantías individuales y se acuse de manera injustificada a los agentes federales y a las corporaciones que están bajo su mando.
Al filo de las 10 de la noche, hora en que ya habían cesado los enfrentamientos, la PFP reportó a los altos mandos del gobierno federal que si bien existía un ambiente tenso y se esperaba una noche aciaga, se procedería a restablecer de manera definitiva el orden en la capital. Para esa hora, los reportes que se tenían desde Oaxaca eran: cerca de un centenar de detenidos por la comisión de delitos de carácter federal y local, inicio de patrullajes, despliegue de fuerza en toda la capital mediante rondines y dos barricadas destruidas, una en la zona del Cerro del Fortín y otra en el área conocida como Niños Héroes. En la primera se detuvo a cerca de 20 personas, y en la segunda a otras 30, que serían trasladadas a prisiones con sede en Oaxaca, y posiblemente algunos a cárceles fuera de la entidad.
En ambos casos la decisión correría cargo del Ministerio Público al que correspondiera conocer de los delitos cometidos. Asimismo, se informó que con lo ocurrido la tarde y noche de este sábado, se cancelaron los acercamientos entre representantes de la APPO y funcionarios del gobierno federal, especialmente con los mandos de la PFP, con quienes se había pactado que toda acción movilizaciones se realizaría de manera pacífica, sin derivar en actos de violencia. El plan inicial de la PFP constaba de tres fases: la primera era el retiro de barricadas y el restablecimiento paulatino de la normalidad en la capital oaxaqueña, cosa que ocurrió entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre; la segunda era el reinicio de operaciones de las autoridades locales bajo la tutela federal, lo que se empezó a realizar desde el 10 de noviembre, la tercera fase estaba detenida hasta en tanto se mantuvieran las negociaciones y no se desataran actos de violencia; esta última parte se puso en acción desde esta noche con los patrullajes y el inicio de operaciones para ejecutar mandamientos judiciales emitidos.
Fuente: Gustavo castillo García. La Jornada en Internet,
http://www.jornada.unam.mx/2006/11/26/index.php?section=politica&article=003n1pol 27/01/2012