PARÍS.- Al igual que las más importantes ONG europeas y estadunidenses, la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) sigue de muy cerca la situación en Oaxaca. El pasado 12 de diciembre celebró una rueda de prensa en la capital francesa para presentar un informe titulado Oaxaca: conflicto social y violaciones a los derechos humanos. Al día siguiente, junto con la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), lanzó un llamado urgente denunciando las órdenes de aprehensión expedidas contra la abogada Yésica Sánchez Maya, presidenta de la filial oaxaqueña de la Liga Mexicana de los Derechos Humanos (organización miembro de la FIDH); Aline Castellanos Jurado, quien ocupó anteriormente dicho cargo, y Enrique Rueda Pacheco, dirigente de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Ese mismo día Antoine Bernard y Juan Carlos Caporro, respectivamente presidente y vicepresidente de la FIDH, se entrevistaron con Claude Heller, embajador de México en Francia, para expresarle su “profunda inquietud” acerca de estas tres personas. Bernard y Caporro no salieron realmente serenos de ese encuentro. Heller les pareció muy “evasivo y prudente”. Se limitó a afirmar que tocaría el tema con las autoridades federales de su país. Los dirigentes de la FIDH, que siguen también de cerca el caso de Sarah Ilitch Weldon, abordaron el tema con la ministra plenipotenciaria de la embajada.
Su meta era obtener cuanto antes informaciones detalladas sobre la situación jurídica y judicial de esa joven estudiante francesa expulsada de México el 1 de diciembre, después de haber sido detenida e incomunicada durante varios días en Oaxaca y en el Distrito Federal. Según comenta a la reportera Jimena Demongin Reyes, del Departamento de América Latina de la FIDH, la respuesta de la diplomática mexicana fue también sumamente vaga: en síntesis, dio a entender que no le competía al consulado de México servir de correa de transmisión entre la dirección de Migración y Sarah Ilitch Weldon.
Aseguró también que las autoridades migratorias mexicanas se pondrían directamente en contacto con la joven francesa… Fue la misma respuesta que Ana María García Lascuráin, cónsul de México en Francia, hizo a Sarah Ilitch Weldon el pasado 8 de diciembre. Según la estudiante francesa durante el encuentro la funcionaria mexicana se mostró “altanera, hostil y poco cooperativa”. Después de haber analizado cuidadosamente el testimonio de Sarah Ilitch, la FIDH presentó su caso a la Comisión sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, que lo examinará en los próximos días. La ONG francesa contactó también por teléfono a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México, ante la cual Sarah Ilitch presentó una queja en vísperas de su deportación a Francia.
“Recalcamos a nuestro interlocutor que no solamente se habían violado los derechos de Sarah durante toda su detención, sino que esa misma detención había sido arbitraria. Le pedimos dar seguimiento a su queja y hacer todo lo necesario para conocer su situación judicial y jurídica. Es inadmisible que no se sepa qué cargos existen en su contra y que tampoco se haya aclarado si su expulsión de México tiene carácter temporal o definitivo”, explica Jimena Demongin Reyes. Insiste también en que, “desafortunadamente, el caso de Sarah Ilitch dista de ser especial”.
Recalca: “A nivel internacional enfatizamos que la situación de esa joven se enmarca en una represión que empezó a desatarse el pasado mes de mayo contra las protestas sociales de Oaxaca y que abarca ejecuciones extrajudiciales, actos de tortura y violencia, detenciones arbitrarias e incomunicaciones, violencia sexual, amenazas y otros abusos”. Antoine Comte, renombrado abogado parisino, asesora a Sarah Ilitch. Por el momento no se presenta como su defensor porque aún no se sabe de qué se acusa a la joven estudiante.
El primer consejo que le dio fue pedir un derecho de réplica a la agencia noticiosa France Presse, cuyo corresponsal en Oaxaca publicó exclusivamente la versión de las autoridades judiciales federales. El cable de la AFP, fechado el 29 de noviembre, menciona “robo y quema de motocicleta perteneciente a un grupo de operaciones especiales de la Policía Federal”, “ataques a los representantes del orden”, “llamados a rebelión”… La nota menciona también “pasamontañas y cocteles molotov” encontrados en la bolsa de la joven francesa.“La AFP tiene que publicar la versión de Sarah Ilitch para contraponer estas acusaciones difamatorias”, insiste el abogado que, por supuesto, considera urgente conocer los cargos que tienen las autoridades mexicanas contra la estudiante.
“Sarah Ilitch y la FIDH pidieron tener acceso a su expediente, dice. En caso de que México no responda, tendremos que interpelar al Ministro de Relaciones Exteriores francés al respecto. Es evidente que no podremos quedarnos con los brazos cruzados ante la situación de esa joven”. Por lo pronto a Antoine Comte le parece sumamente inquietante que Sarah Ilitch haya tenido que firmar documentos en blanco. De igual forma denuncia la presencia de policías encapuchados en su interrogatorio”.
Fuente: “Vejaciones” Annne Marie Mergier. Proceso No. 1572, 17 de diciembre de 2006.
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