Cierran el cerco en torno a dirigentes de la APPO; entregan Radio Universidad

La madrugada y la soledad hicieron posible que sin enfrentamiento alguno quedara desmantelada la emblemática barricada de Cinco Señores, trinchera que resguardaba el último bastión de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y ese hecho, a decir sus dirigentes, ha colocado en «un momento crítico y decisivo» a la organización, ante la embestida gubernamental, ya «que sólo falta que los dirigentes visibles sean detenidos».

El retiro de esa barricada y el tránsito de policías en las calles aledañas a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) trajo consigo una «inaguantable presión» para los operadores de Radio Universidad, lo que los llevó a entregar la emisora a las autoridades universitarias «ante la falta de respuesta de la gente para proteger las instalaciones y los rumores de que antes de las cinco de la tarde entraría la Policía Federal Preventiva» (PFP).

«Están golpeando a nuestras bases y dejando al último a la dirigencia, es evidente que quieren desmovilizar a la organización mediante de una guerra sucia, y la criminalización de los activistas de la APPO», afirmó Flavio Sosa Villavicencio, luego del retiro de la barricada en Cinco Señores, y de conocer que su hermano Erick fue trasladado por la PFP al penal de máxima seguridad de Matamoros, Tamaulipas.

La jornada de hoy significó un estrechamiento del cerco en torno al movimiento: la caída de la barricada y la entrega de Radio Universidad; el nulo acuerdo para reiniciar negociaciones con la Secretaría de Gobernación, y el incremento en el patrullaje en toda la ciudad. Con la llegada de la noche, una vez concluido el Foro de Pueblos Indígenas de Oaxaca, celebrado en la Casa de la Iglesia ­contigua al templo de la Virgen de los Pobres­, parecía inminente que el siguiente paso en la estrategia gubernamental era la aprehensión de los líderes de la APPO.

Los dirigentes que permanecieron en ese sitio durante los dos días que duró el foro pudieron salir de ahí con sigilo. Hasta el cierre de la edición, la información proporcionada es que seguían los contactos con Gobernación para intentar pactar la reanudación de una mesa de diálogo. En este contexto, Sosa Villavicencio hizo un balance de la situación del movimiento. «Es evidente que hay una ofensiva contra la APPO utilizando cuerpos policiacos y paramilitares para desactivarla; decenas de casas han sido cateadas, decenas de compañeros han sido detenidos. «Quieren sembrar el terror para imponer una salida de fuerza y cancelar la vía política».

Para Sosa «es evidente que en esta ruta ya está operando el equipo de Felipe Calderón, pero aun con ello el nuevo presidente tiene la oportunidad en Oaxaca de demostrar que realmente quiere solucionar los problemas sociales con el diálogo y no con la fuerza». En tanto, para Florentino López, vocero de la APPO, la designación de Francisco Ramírez Acuña como secretario de Gobernación hace evidente la apuesta del gobierno federal por la mano dura, el uso de la fuerza pública y la violencia institucionalizada. Aun con eso, dijo, la APPO buscarán mantener el diálogo con la dependencia para intentar la salida por la vía pacífica

La última barricada

La detención de más de 170 integrantes de la APPO en los días recientes fue la causa de que esta madrugada, en Cinco Señores, nadie resguardara el lugar ni diera la voz de alerta para que las bases de esa organización se movilizaran e impidieran ­como ocurrió el 2 de noviembre, cuando sostuvieron un enfrentamiento durante siete horas­ que la PFP terminara con ese bastión del movimiento, que desde hace seis meses exige la renuncia de Ulises Ruiz Ortiz, gobernador de la entidad.

Poco antes de las cuatro de la madrugada, tres motocicletas rondaron el crucero en el que confluyen cinco vialidades importantes, entre ellas la que lleva a los accesos principales de la UABJO. Detectaron que las murallas conformadas con camiones quemados, troncos, postes de luz y basura quedaron solas. El paso para cualquier persona estaba franco. Así, poco después llegaron al lugar cinco retroexcavadoras, camiones de volteo y con plataformas, y 150 hombres con escobas, cubetas, palas, carretillas, cubetas de pintura y brochas.

Como escolta de los trabajadores de limpia, al servicio de la Secretaría de Obras del gobierno de Oaxaca, estaba una veintena de camionetas pick-up de la PFP y la policía estatal, con seis elementos fuertemente armados en cada una. Las unidades se dividieron en dos grupos. Y lo que no habían hecho en meses lo llevaron a cabo este miércoles. Recorrieron todas las calles aledañas a la UABJO en busca de integrantes de la APPO.

Sonaron sus sirenas de manera esporádica, para hacer evidente su presencia. Lo mismo hacían al pasar tanto frente a la calle que lleva a Radio Universidad como a la rectoría de la UABJO, y en todas las vialidades cercanas. La «alerta» de que se estaba retirando la barricada de Cinco Señores se dio en la UABJO hasta las 4:40 horas. Tres cohetones estallaron en el aire, pero nadie apareció para detener la labor frenética de barrenderos, grúas y trascavos, que sin cesar retiraban escombros, troncos y chatarra. Fue hasta las 5:40 horas cuando Radio Universidad, que hasta ese momento transmitía música latinoamericana, cesó el «corte musical» para convocar a la «defensa de la universidad», y el locutor en turno decía: «quiénes son los delincuentes, quiénes son los que no respetan la ley; esta es una atrocidad, es un operativo ilegal.

«Queremos que todo mundo haga lo que tiene que hacer, y proteste en las embajadas de cada país, y también que estén atentos, la policía ya está aquí, nos quieren coartar la libertad de expresión. El presidente Vicente Fox es el único responsable de todo esto. Prefiere que el pueblo sufra a que un asesino deje la gubernatura.» Luego de siete minutos de arengas, envió a un nuevo corte musical que duró hasta las siete de la mañana. Para esa hora, todas las vialidades estaban abiertas, los patrullajes continuaban incesantes, y en el crucero de Cinco Señores una decena de agentes de tránsito controlaba el tránsito vehicular.

Calla «la voz» de la resistencia

Para la madrugada de ayer, la emisora ya no tenía el mismo alcance, sus transmisiones sólo se escuchaban en la zona cercana al campus, y a pesar de que existía la sospecha de que dentro de la UABJO se habían resguardado decenas de simpatizantes de la APPO por el operativo policiaco, la realidad era otra, apenas había 20 personas. El lugar estaba lejos de ser el centro de reunión y seguridad de miembros de la APPO y estudiantes que simpatizan con el movimiento.

En Radio Universidad, desde el lunes, ya no había casi nadie. De los centenares de personas que hace un mes pasaban la noche en el lugar, ayer apenas 20 estaban presentes, y la mayoría superaba los 40 años. «Para qué negarlo, desde el lunes se comenzó a ir la gente; el martes apenas eran 15 personas», afirmó la doctora Bertha Muñoz, una de las principales conductoras de Radio Universidad. Su temor de que la estación dejara de transmitir «en los próximos días», se convirtió en realidad en cuestión de horas.

A las 14:30 horas el conductor en turno de Radio Universidad dijo: «pase lo que pase, la lucha seguirá hasta que Ulises se vaya», luego vino una larga cortina musical que duró hasta las 16:37, porque esa fue la hora exacta en que se apagaron los transmisores. Dos minutos después, los pocos estudiantes y simpatizantes de la APPO que estaban en el lugar reconocieron que «la presión fue mucha y nulo el apoyo de la gente. «Como a las tres de la tarde vinieron más de 200 de la PFP y se colocaron casi en la puerta; había rumores que entrarían y por eso preferimos entregar la emisora a las autoridades de la universidad, no a la policía.»

De todas maneras, si no la entregaban voluntariamente, el rector de la UABJO, Francisco Martínez Neri, ya había revelado a La Jornada que se preparaba una sesión del Consejo Universitario, en la cual se acordaría dar un plazo para que se devolviera la emisora por la «vía del diálogo». Mientras tanto, en la iglesia de la Virgen de los Pobres los líderes de la APPO concluían su participación en el foro indígena y se alistaban para salir de manera sigilosa de la Casa de la Iglesia; en las vialidades que circundan el lugar, de tiempo en tiempo pasaban camionetas de las policías Ministerial y Preventiva de Oaxaca, y se detenían a observar quién salía del lugar. La orden que tienen, al igual que los elementos de la PFP, «es donde se tenga oportunidad hay que detener a los líderes que cometieron y alentaron actos de violencia». No tendrán amnistía.

Fuente: Gustavo Castillo, Alonso Urrutia, Octavio Vélez,

http://www.jornada.unam.mx/2006/11/30/index.php?section=politica&article=014n1pol 16/01/2012

Publicado en 2006, Archivo, Cronologías, Noviembre Etiquetado con: , , , , ,