Al rosario de promesas incumplidas por Gabino Cué Monteagudo se agrega una histórica, el derecho a la verdad sobre los acontecimientos ocurridos durante el conflicto político-social de 2006 y 2007, cuyo clamor se hizo popular la noche del 4 de julio de 2010, precisamente cuando alrededor de la fuente de las 8 Regiones cientos de pobladores de Oaxaca festejaban la derrota del PRI con la célebre frase: “Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó”.
A ocho años del conflicto y a más de tres de haber asumido Gabino Cué Monteagudo el Gobierno de Oaxaca, la situación económica, política, social y cultural es quizás igual o peor que en los gobiernos emanados del PRI, incluso una frase popular refleja esta realidad: “Gabino decías que todo cambiaría y resultó, la misma porquería”.
Existe un hecho contundente que exhibe la indolencia y omisión recurrente en que ha incurrido el Gobierno de Gabino Cué Monteagudo para con todos los ciudadanos que desean conocer la verdad sobre los acontecimientos del movimiento político-social de 2006:
El incumplimiento del decreto número 2056, mediante el cual se crea la Comisión de la Verdad para la investigación de los hechos que motivaron las violaciones a los derechos humanos de los pueblos de Oaxaca en los años 2006 y 2007, publicado el 19 de octubre de 2013.
La citada Comisión de la Verdad fue aprobada por la LXI Legislatura Local el 25 de septiembre de 2013, y de acuerdo a su artículo segundo transitorio, debió iniciar funciones 40 días naturales posteriores a la entrada en vigor de esta ley, hasta el 28 de marzo, han transcurrido 160 días y el organismo en referencia no se ha conformado.
Algunos diputados locales del PRD que emanaron en su momento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca en 2006, como el caso de Jesús López Rodríguez, justifican sin conocimiento legislativo el incumplimiento de la Ley que crea la Comisión de la Verdad, y responsabilizan a funcionarios del Poder Ejecutivo, como la Comisionada de los Derechos Humanos, Eréndira Cruz Villegas, por no estar al pendiente sobre el cumplimiento de la referida ley.
Otros actores del movimiento de 2006, como Marcelino Coache Verano consideran que la Comisión de la Verdad es una simulación del Gobierno de Gabino Cué Monteagudo para apaciguar los ánimos de algunas agrupaciones sociales y civiles, incluso Flavio Sosa Villavicencio, quien se convirtió en la figura representativa de la APPO sostiene que el citado organismo plasmado en decreto es un “tigre sin dientes”, pues carece de autonomía financiera.
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