Según se desprende de los avances en las investigaciones de la averiguación previa número 46/2006, iniciada por la Fiscalía Especial para Asuntos Magisteriales (FEPAM), la procuradora de justicia del estado, Rosa Lizbeth Caña Cadeza, mintió sobre la muerte del mecánico José Jiménez Colmenares, simpatizante de la APPO, quien fue baleado por presuntos policías en una marcha del movimiento magisterial y popular en agosto pasado.
Según las conclusiones de la autopsia practicada, la víctima recibió nueve impactos de proyectil de arma de fuego y no uno como se había reportado, además de que se aclaró que tuvieron una dirección de arriba hacia abajo en diferentes ángulos” y “efectuados a larga distancia.” Jiménez Colmenares, esposo de una maestra, falleció a causa de la “hemorragia interna en cavidad torácica por perforación de la víscera cardiaca, pulmones y grandes vasos” por un proyectil de un arma de fuego calibre 22 milímetros.
Sin embargo, el arma, que fue exhibida a la prensa después de ser asegurada a uno de los asesinos por los propios participantes de la movilización, no aparece entre los objetos afectos en la indagatoria. Solamente, están vinculadas dos pistolas tipo revolver, marca Smith & Wesson calibre 38 especial, abastecidas con seis cartuchos útiles, así como otros objetos. Una de ellas, estaba en el interior de una mochila para la espalda, localizada en un buró de una las habitaciones de la clínica, en la que también se encontró una credencial de la Dirección General de Seguridad Pública, folio 2090, a nombre de Margarito Martínez Flores, que lo acredita como policía “A” de la Segunda Compañía del Quinto Batallón.
De acuerdo con la averiguación previa, iniciada por la agente del Ministerio Público adscrita a la FEPAM, Ana Esperanza Rivera Mejía, el cadáver de Jiménez Colmenares presentaba “dos heridos con características de entrada y salida en forma de sedal” que penetraron en el pómulo izquierdo y salieron en ángulo izquierdo del maxilar superior y “una herida en rozón cara lateral izquierda del cuello” entre los otros.La ojiva de plomo cobrizada, con diámetro de cinco milímetros, extraída al cuerpo de Jiménez Colmenares, conforme al informe del perito en balística de la PGJE, Hugo Santiago Ortiz, pertenece por sus características “en peso y estilo” a un arma de fuego calibre 22 milímetros.
Durante la inspección ocular practicada ese mismo día en el interior de la Clínica Santa María por la agente del Ministerio Público, Rivera Mejía, su secretario y peritos en diferentes especialidades, donde fueron conducidos hasta el interior de la habitaciones 210 y 206 por un grupo de maestros, hallaron además de las pistolas calibre 38 especial, la credencial del policía preventivo Martínez Flores – válida para el segundo semestre de este año y firmada por el ahora ex director de Seguridad Pública, José Manuel Vera Salinas – , un envoltorio con hierba seca color verde, al parecer marihuana, nueve pastillas Clonacepan y un frasco de vidrio de Lidocaína.
Fuente: NOTICIAS, 16A, Octavio Vélez Ascencio, lunes 18 de septiembre de 2006)